“Para muchos de nosotros los animales son una componente importante de nuestras vidas”.

El resultado es una relación muy estrecha hasta el punto de que los animales forman parte de nuestra familia y participan de los temas importantes que nos afectan, llegando incluso a padecer nuestras enfermedades y síntomas diversos. Por eso se producen a menudo molestias en los propios animales. Molestias que pueden derivar en síntomas de lo más variopintos. “Los animales son muy receptivos a los impulsos energéticos y reaccionan de manera espontánea a la sanación espiritual como el „Enderezamiento divino“, que – para ellos, al igual que para los humanos- restablece el orden espiritual e inicia y activa los procesos autocurativos necesarios.”

Con frecuencia, observamos cambios psicológicos como, por ejemplo, agresividad o depresión. Pero también aparecen síntomas físicos a menudo similares a los de sus dueños como, por ejemplo alergias, molestias en las articulaciones y deformación de la columna vertebral. Sabemos por experiencia que los animales son muy bien accesibles para los tratamientos espirituales.

Se sabe que los veterinarios usan procedimientos fuera de la medicina veterinaria tradicional para ayudar a los animales. Así aprovechan la homeopatía y la acupuntura para evitar el uso de medicamentos caros con sus efectos secundarios conocidos. Sobre todo, los animales también responden de manera muy maravillosa, directa y agradecida a los métodos de curación espiritual, que se pueden usar muy bien en animales debido a la psique diseñada de manera mucho más simple.

Es especialmente impresionante la sanación espiritual del caballo y su jinete!

Los caballos sufren, igual que nosotros, desviaciones de la columna vertebral. La consecuencia es que la montura se halla totalmente torcida sobre su columna desviada y el humano no se puede sentar bien encima del caballo con sus pies equilibrados en los estribos, también debido a la propia diferencia en la longitud de las piernas del jinete.

De esta manera el placer de montar un caballo se ve limitado por deficiencias anatómicas.

Sin embargo, cuando se produce la sanación espiritual del „Enderezamiento divino“ tanto del caballo como de su jinete se aprecia una armoniosa unión entre ambos que es inmediatamente visible. La columna vertebral del caballo puede llevar la carga de manera uniforme y simétrica porque se consiguen evitar las cargas desviadas. El jinete se sienta relajado sobre el lomo del caballo y puede, en consecuencia, sentarse de forma erguida sobre el mismo.

¡Qué diferencia y qué placer para ambos!